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Me lleno bailando. Sacudo mi alma de una parte a otra mientras estallo en el ritmo multicolor. Figuritas microscópicas se agolpan en torno a mi figura y la niebla ya no es niebla, es el brillo del aura pura que emana mi Yo Interior. ¿Hay un Paraíso o un Búnker en la Tierra en el yo que pueda expresar lo que siento a golpe de sinte, batería, o qué se yo? ¿En verdad es tan complicado encontrar mi particular Oasis, aquél fuera de órbita, lejos de masas y cerca de Yo? Oh, mi Yo... Mi más profundo Yo... Lejano y cercano todo el tiempo. Malogrado, momento sí, momento no. Te besaré, te mimaré, aunque seas caprichoso conmigo, más lo soy yo. Desagradecida, sí. Hay Ilusión. Autora: © Maite Perez-Pueyo

Asomémonos a la ventana y digamos todo lo que se nos ocurra. Por ejemplo, describamos el paisaje: sus colores, sus formas, sus olores... No olvidemos los pájaros, criaturas que tienen el don de desafiar la gravedad con su cuerpo perfecto. Todos tenemos dones, los veamos o no. Cultivemos esa magia, desafiemos también nosotros a la gravedad o a cualquier otro obstáculo que se nos ponga por delante, sin hacer daño nunca a nadie. Somos grandes. Todos. Autora: ©Maite Perez-Pueyo

Amo los silencios. Son más expresivos que  las palabras habladas  si sabes escucharlos . (2008) Autora: © Maite Perez-Pueyo

Esta noche apenas he dormido, no hacía más que sentir a mi lado su perfume embriagador, las sábanas de seda se me antojaban sus caricias. ¿De dónde ha salido este lujo que no me he permitido nunca? ¿Cuándo he comprado esta fragancia, y sobre todo: por qué he rociado mi almohada con ella? No es ilusión, ella está a mi lado. Quiere que la encuentre cuanto antes. Mi vida es posible con un ser como ella. Hasta ahora nada tenía sentido. Tan sólo el saber que está cerca me llena de deseos de vivir, aunque sea humano. Nada es como antes. Ahora hay discotecas, sí, son uno de mis lugares de ocio favoritos, pero saber que nada de lo que ves y oyes es real y seguir siendo uno de ellos me pone furioso. No me gusta su forma de vida, no quiero envejecer, ni siquiera me gusta mirarme al espejo, a pesar de saberme atractivo y de cuidar mi aspecto. No quiero morir, tengo pánico a desaparecer. Sólo deseo encontrarla a ella, mi ser favorito desde que la conocí a través de mis sueños. Quiero que me

Dentro de una Dinastía hay otra. Como has podido adivinar al leer este título el Tiempo no existe. Sí que existen el dolor y las exquisiteces de la vida cotidiana, como por ejemplo el placer de decirle a alguien que su nombre está seguido de un número, y que ya por eso es importante. Por eso, dentro de una Dinastía hay Otra. Ya sea dentro de un momento o dentro de cinco momentos, sólo Tú y Yo sabemos que el Espacio no existe. Es dentro de ti donde se suman el deseo y la tortura, la desesperación y la templanza, el odio y la ternura. Mas no se sujetan en nada externo porque la Nada eres tú mismo. Esa es la razón de que dentro de una Dinastía haya Otra. En el Laberinto del Minotauro los ladrones juegan a perseguirse, ¿para qué? Sólo las sombras de los vampiros devoran a aquellos que permanecen esperando, tras las sombras de las columnas, dentro de las catedrales. Jugarán con ellos vástagos del infierno, insondables laberintos llenos de piedra y cristal, símbolos estandarizados de to