Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de 2010

Poesía > Tiza

Memorándum. Una escuela llena de libretas de espiral  se consume, lentamente. Suena una alarma. Es un reloj. ( ¡No! ¡Es mi Alma! ). Es tu pasión, que se libera.

No me llames blabla

Piensas, saboreas, lo dices. Estrella valiente... Sandeces. A tientas gritas, ¿lo sientes? La vi, (¡la, la!) La-ssi*, (baba) La-mí, (gá gá) Miras, tocas, lo coges. Gata ilustrada, filetes. Los tocas, masticas, te hueles. Lady Mama, pecho icónico, no hay sentido. Abrazándome, en tu cuna, me-meces. Autora:  © Maite Perez-Pueyo

Impotencia

Me entretengo. Fulmino de repente tu mirada. Barajo atajos como posibilidad, informe.  De entre todos los vicios y virtudes  anuncio una carestía de valores. La malograda sensación de ahogo  se escapa entre mis dientes:  No grites, ¡actúa! Estrategia llana y repulsiva. Autora:  © Maite Perez-Pueyo

Reina de la Noche

Inexpresivo

Luisa sonríe, casi siempre. No del todo quizá, pero sonríe. Su mirada es tímida, su corazón despierto, su maquillaje abigarrado y su alma limpia y clara. -Ayer te dije, Luisa, dijimos ayer, que una muchacha linda y llena de confianza en sí misma aparecería un día de estos por la puerta y pondría todo del revés. Una persona acostumbrada a lidiar con inexpresivos y malos figurantes es un buen presagio. ¿No lo es para ti, morena? -Dime, si asomas tu cabeza por la ventana y ves una gaviota, ¿qué piensas? -No es éste el lugar. No puede ser, no hay gaviotas. Estamos lejos del mar. No hay olas húmedas ni niños acuáticos, no hay... -Esa es la respuesta, no puede ser. Ella no vendrá, no concibe estar en un lugar con personas como nosotras. -No te infravalores, Luisa, eres importante como los demás. Qué importa que aquí no haya mar... ¡Escucha! Respira... Autora:  © Maite Perez-Pueyo

Mi tela de Araña

"La luz bien alta no ciega los ojos,  ilumina los rincones de nuestros pasillos  y nos ayuda a disfrutar de nuestros bichos y a amaestrarlos". Autora:  © Maite Perez-Pueyo

Pausas

Autora:  © Maite Perez-Pueyo

Oscura. Tu mañana, después.

Tu Noche es mi día, rebatido entre miles de granjas y zenobias inscritas en parasoles guardados del Zen. Mi Día esta revuelto y, mientras tanto, yo te animo a invitarlo a tu Noche para bañarlo en gotas de alcohol y pez. Uno a uno lograremos disminuir  los efectos del eterno camprubí. Tú más Yo somos un Dos sin debatir,  místicos felinos en la Casa. La Casa de Dios, the House of God, el Castillo Inteligente, o como diría un lugarteniente, el eterno chanchullo barracudo; no lo ví. Sé que besé. O soñé. Te vi. Autora:  © Maite Perez-Pueyo

Endémico

Vía de escape hacia dentro: sin ti,  flotan tus plumas. No hay serrín en tu centro,  caminas. (Recompón tus elementos, ésa es la clave). Pesadillas ejemplares, temblores... Volviste a la Nieve cuando eras más joven. Una telesilla, y otra... Luego otra. La flor Edelweiss te esperó hasta ese día. Capturada entera. Autora:  © Maite Perez-Pueyo

Existencia pública

Miénteme si te digo que soy yo. Abrázame si no hay testigos. Mi boca está sedienta, más que de risas, de llanto. No sé por cuánto rato. Tengo una chaqueta extensa, llena de promesas: la besaron militares minis, pequeñajos, enanos, diminutos, casi no ven, los seres aquellos, no sé... ¿Existieron acaso? Mi rabia no es ésta, no existe, no es. No podemos imaginarla ni crearla, no se deja. Llorar... ¿por qué? ¿Es necesario? Casi no quepo en el teclado, me vuelvo grande: sé solidario, no estoy, especial porque te tengo, eres Tú, mi Vida, arquetipo extenso. Autora:  © Maite Perez-Pueyo

Consideración

Eres un alma inconclusa. Cada vez que te veo deseo abrazarte por Siempre Jamás. ¿Por qué me sonríes? Escupes cuando crees que nadie te ve. Es tu estímulo, alimenta tus ganas de vivir. Mi Alma, por más que te admira, no lo aguanta. Te Amo. Tu cabeza es grande como tu sabiduría y tu experiencia está harta. Miro mis manos y no son las mismas de Ayer. ¿Por qué mis tendones se marcan bajo la piel y no mi rabia contenida? Porque te amo y abrazo esperanza, no derrapa. Autora:  © Maite Perez-Pueyo

Elementos

Pesadillas ejemplares, rampa de lanzamiento. Tensando nudos esquemáticos del río. Emociones a raudales, trampa; no lo siento. Flotando ingrávidas sombras del cielo. Suspiros ignorados, metas lejos; te miento. Soñando modos de asfixiar mi centro. Cuerpos mostrados, tiras hacia dentro. Escuchando impávidas sonrisas veo. ¿Te veo? (Le siento) Te escucho. Te tengo. Autora: © Maite Perez Pueyo 

Adornos del Alma

Pulseras: inauditas, primitivas. Viven, mi Bella. Pesan poco, son ligeras.. Tres semanas nos separan del resto. Luego, nada. Lo demás, o todo. Según se vea. ¿Oteas mi horizonte? Yo te sigo... O santifico tu nombre, o bien río. Suenan. Cada una a su manera, todas lindas. Estrellas: tachuelas, perlas, brillantes. Tu piel esconde un círculo de plata marcado a fuego con amor de sirena. Esclava, amante y amada. Autora:  © Maite Perez-Pueyo 

Número Seis

Ondulante. (Vaticinio.) Trepas. Te deslizas de nuevo. Morfeo te cubre, RESPIRAS. 6x2=12 Autora:  © Maite Perez-Pueyo 

Embebidos

Me emborrachas con tu Alma grandilocuente y atiborras de dulces sofisticados mi Alma; (entrometidos, meteoros, té). Tu mirada, felina: gato remaquillado, Kohl barato; me desagradas. (¿Ves? Tan sólo una pregunta y... ) Me miras, escupo a tus dientes. "¿Me llamas Reina?", dijiste.  "Sí, ven a a mí, con mortaja inteligente y conecta con tu dicha. Sé." Autora:  © Maite Perez-Pueyo 

Unikos Zenario

Louise se debate entre la Vida y la Muerte. Salta de un lado a otro entre bastidores. Se asemeja más a un ave de rapiña incómoda  (con las alas multicolores en lugar de negro azabache) que a un alegre pajarillo primaveral. "En la variedad está el gusto", afirma. Mientras tanto, más allá del clásico escenario, sus compañeros se preparan una vez más para el pase de esta noche. "Siempre diferente por muy preparado que esté, eso es lo que más me gusta". Una y otra vez. Repaso del texto aunque ya no hay lugar. Tantas noches, tantos días; palabras, voces, técnica, improvisación. Atención escénica, uso del espacio.  Monólogo interior: Empezé a cambiar esa estructura loca cuando te escribí breves textos (...) hace unos días y no voy a dejarlo porque es lo mejor, es la salsa de la vida: el regalar segundos aunque sea, el sentir que el otro está verdaderamente allí. Porque ahora, por ejemplo, te siento aquí, a mi lado, iluminada, serena, sentada en la silla que tengo c

El Siete

Desesperada avenida: fluctúa mi amor. Siento que sixto resixto, sexto sentido. Sin vapor; son águilas, banderas, barras y estrellas, no locos, no monedas. Maquinal ascenso, batalla granada. Corazón. Palpita de gozo. Resiste. Sin ascensores, sólo escaleras. Un piso más. Séptimo, sin descanso. Llego ya. Autora:  © Maite Perez-Pueyo 

Canción de Cumpleaños

Guapitore, manifiesta tu desenfrone  jugando con velitas de colores.   Asóplalas un pelín y chispea  arriba, arriba, muy alto.   En el Mar los colorines  se transforman en tu honor.   Felicitoncias afalidacas foncis.  Autora:  © Maite Perez-Pueyo

El Momento

Me encontré con ella poco después del atentado. No se inmutó. Su pelo ya no era multicolor, era negro, sólo negro. Sin brillo, sin reflejos, negro. Sus párpados, pesados, cayeron con parsimonia acompañados por sus pestis-pestos-pestañas. Que sí, que eran así, ni más ni menos. Eran pestis-pestos-pestañas. Patitas de Araña prominentes y delicadas. Un abanico multicelular curioso y postizo, mas con pedigrí. Los pelos en cuestión correspondían al homenaje que de ellos se había disfrutado en una edición especial anterior. No era numerada pero era diferente. Cara sí, aunque no tan metódicamente estudiada como los estuches blindados de las otras tiendas. Aún así, eran bonitas. Subió la barbilla y abrió los ojos alzando su rostro entero, soberbia, entera, dispuesta. Giró su cabeza, primero hacia su izquierda, después a su derecha; después la volvió a girar. Quedó quieta. Estatua rígida de cartón piedra. Su media melena me mareó, me dispersó, aleló mis sentidos e incendió mi sistema de vía

Sondo lento

Bebe, goza, siente. Libera tu mente. Pulso firme; (ello compone, descompone). Tijeras viejas, mejor que un guante. Me gusta la Lluvia si es deseada como el Amor  que resiste dentro del Océano, donde viven las Sirenas. Autora:  © Maite Perez-Pueyo 

Las Nuevas Matemáticas del Corazón

Almas suben en kilométrica ascensión. Funde, refunde, sopla, re, mi, so, pla. Reseteando la emoción. Chispas emergentes, toma nota. Estrena la baraja, transforma, ecuación. Autora:  © Maite Perez-Pueyo 

Hípica a estrenar

Templada el Alma, si no más rápido, más a mano, un Super Espacio escolar. Alzada la tiza voladora, tejiendo sombras evanecescentes. Lanchas motoras inaugurales cual avioneta surcando el cielo. Realidad sobredimensionada. Esa es mi Ley. Autora:  © Maite Perez-Pueyo