Claridad

Cuando me limito a una caja de cerillas y de velas sin encender, tras una tarde sosegada, más nítida, con un espejo frente a frente, en la pared, y observo mis uñas llenas de jabón blandito, espero que al levantar la mirada estés sentado en el sofá mullido, ése del centro.

Si todo está vacío y el estor amarillo ya no ve la luz del Sol, ni traspasa la cortina azul la selva urbana de niños y buses, yo me limito a observar desparramada de ingenio y gozo la sombra en el suelo, y espero, sin ansia, mi propia llegada que, ¿será tu reclamo?

Un dile, y ve, y vete, lleno de razones, miles de tirones, jadeos y tensiones, escrúpulos baratos de cochinos bastardos milenarios, toneletes... No basta, no, no es suficiente.


Autora:  © Maite Perez-Pueyo

Comentarios

Naufrago. ha dicho que…
He leído prácticamente todo tu blog y me ha gustado mucho, lo encontré por casualidad. Yo tengo una isla para naufragos, y tus textos me recuerdan a los míos. Quizá quieras visitarme en mi naufragio.
paranaufragios.blogspot.com
Saludos.
Náufraga se presenta a náufrago. Mi terreno es distinto y las sombras, las mismas. Ya he llegado hasta allí.

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